Space opera

Subgénero de la ciencia ficción marcado por una clara vocación aventurera en la que lo espectacular del escenario (grandes civilizaciones galácticas, imperios que abarcan varios universos, guerras en las que se usan los soles como armas...) prima sobre la verosimilitud científico-tecnológico. Alondra del espacio de E. E. «doc» Smith es uno de los primeros ejemplos del género, junto al cómic Flash Gordon de Alex Raymond.

El término «space opera» procede de «soap opera», el nombre despectivo que se les dio a los culebrones radiofónicos (y luego televisivos) que solían estar patrocinados por marcas de jabón. En un principio, por tanto, la denominación tuvo un matiz claramente peyorativa.

En los años ochenta, el subgénero se reinventa de la mano de autores como Iain M. Banks o Lois McMaster Bujold, por ejemplo. Y en España en los noventa, con el ciclo de Akasa-Puspa, Aguilera y Redal ofrecerían un claro ejemplo de que el space opera puede ser también ciencia ficción hard y ofrecer sentido de la maravilla y espectáculo a raudales sin abandonar la sólida especulación científico-tecnológica.

El space opera en su vertiente mas desenfrenada a menudo no es considerado ciencia ficción por ciertos fans puristas y estrechos de miras que no parecen conscientes de las infinitas posibilidades del género. Peor para ellos.